SELENA

Ganadora de un Grammy e infinidad

de premios más, la chicana Selena nos revela:

"Mis comienzos en la música

no fueron nada fáciles"

Ha sido la figura hispana de mayor impacto en el mercado musical de Estados Unidos desde la aparición de Gloria Estefan. A tal punto, que logrado lo que para la inmensa mayoría de los cantantes latinoamericanos parecía imposible: atraer una enorme fanaticada anglosajona cantando en español. Claro: Selena también interpreta sus principales éxitos em inglés.

A esta bellísima artista chicana, cuya familia proviene de Santa Rosita, Coahuila (México), se le llama «La Reina del Tex-Mex» – entiéndase, música norteña mexicana fusionada con la country norteamericana – y, desde que grabó su primer álbum como figura líder de Los Dinos impulsada por la compañía EMI Latin, todas su producciones registrarían ventas millonarias.

Sin embargo, como parte de la estrategia de esta poderosa disquera para introducirla en las demás plazas de Continente, la simpatiquísima estrella, recién merecedora del premio Grammy correspondiente a Mejor Álbum de Musica Regional Mexicana – por la excelencia de su compacto Live! (Capitol / EMI Latin, H2 0777 7 42770 2 0) – se ha inclinado hacia la onda pop en sus más recientes grabaciones con resultados muy halagadores. Dondequiera que estés, balada que grabó con el quinteto neoyorkino de origen boricua The Barrio Boyzz, le sirvió de presentación ante nuestro público.

Selena aclara, empero, que no siempre las cosas fueron "color de rosa" en su vida.

─ Yo empecé a cantar cuando tenía seis años. Mi papá, Abraham Quintanilla Jr,, era cantante del original grupo Los Dinos y mis hermanos Abraham «A.B.» y Suzette Michelle también son músicos (él, bajista y, ella, baterista) y están conmigo en Los Dinos actuales. Pero, cuando comenzamos no tomábamos la música muy en serio. Mi primer disquito lo grabamos formando un grupito que llamamos Southern Pearl cuado yo tenía ocho años y fue un fracaso. La canción se llamaba Dulces sueños, pero despertamos con amargura..., nos cuenta riendo de su último comentario.

─ ¿Qué sucedió luego?

─ Mi papá renunció a su empleo en la compañía Dow Chermical para abrir su Restaurante Papagayo. Desafortunadamente, por causa de ka crisis petrolera que afectó a todos los negocios del área, el restaurante cayó en bancarrota y casi quedamos en la calle. Así que decidimos tomar la música en serio. Yo dejé la escuela cuando estaba en Octavo Grado para integrarme a la banda. Tocamos en "miles" de bodas por $200 o $300 dólares. En varias ocasiones, a mi papá lo acusaron de llevarme a cantar a bares.

─ Así que ni siquiera tuviste oportunidad de llegar a Escuela Secundaria...

─ Sí, la terminé, pero a través de un programa especial por correspondencia. Conservo todavía mi diploma de Secundaria.

─ ¿Cuándo volviste a grabar?

─ Como a los once años. Despues, en 1984, tuvimos que rogarle a la gente de la compañía, Freddie Records, para que nos sacara el primer álbum. Cuando las cosas comenzaron a funcionar, nosotros comenzamos a exigir.

─ Y hoy están muy bien cotizados...

─ Gracias a Dios, sí.

Selena estuvo en Puerto Rico promocionando su más reciente producción, Amor prohibido (EMI Latin, H243 8 2880 5 5). Ya los puertorriqueños la conocemos mejor y no cabe duda que, dentro de poco, tiempo será una consentida en nuestra plaza.

NOTA: esta entrevista, realizada por Mickey López Ortiz, fue la primera que Selena concedió a la Prensa escrita puertorriqueña. Apareció en la edición 417 de la revista Artistas, fechada julio 14-27, 1994. Antes de que visitara Puerto Rico por primera y única vez, ya este periodista le había dedicado algunas crónicas.

PARA EL RÉCORD:

Aunque sus millones de admiradores la conocen por el nombre de Selena Quintanilla o Quintanilla-Pérez, siguiendo la tradición norteamericana de adoptar el apellido de casada o agregarlo al paterno – en su caso, el del guitarrista Christopher Gilbert «Chris» Pérez Medina, su compañero en Los Dinos, con quien se casó el 2 de abril de 1992 –, el verdadero nombre de su progenitor, Abraham Quintanilla Jr., era Abraham Isaac González Calderón. Éste adoptó el apellido materno de su padre, Abraham González Quintanilla (abuelo de Selena), para identificarse ante el público durante su etapa de cantante. La madre de nuestra entrevistada es Marcela Ofelia Zamora. Por tanto, los apellidos que le corresponden a la irrepetible «Reina del Tex-Mex» son González Zamora... a menos que su padre haya legalizado como propio el Quintanilla.

Cuando este periodista le preguntó hasta qué punto se sentía hispana o si se sentía norteamericana primero e hispana después, respondió de inmediato: "soy mexicana".

Al señalarle que sus millones de admiradores sabían que ella nació en Lake Jackson, Texas (EE.UU), el 16 de abril de 1971, respondió, medio en broma, medio en serio, "Texas es México. Lo que pasa es que todavía quedan gringos merodeando por allí y aún no hemos podido salir de ellos".

Antes de que Selena y Los Dinos fueran reclutados para reforzar el elenco de estrellas de la multinacional EMI Latin en 1990, ya el grupo contaba con seis Long Playings en el mercado, siendo el primero Mis primeras grabaciones (Freddie Records, RCC-1294),editado en 1984, que recopila los sencillos que grabó entre los once y trece años de edad. Los siguientres tres álbumes fueron lanzados por la etiqueta GP Records (1986-1987), a los que continuaron dos producciones independientes (Record Producers). En la primera de ellas es que aparece la mencionada "Dulce amor".

El álbum Live! (Capitol / EMI Latin, H2 0777 7 42770 2 0), grabado en directo durante concierto celebrado en el Memorial Coliseum, de Corpus Christi, Texas, el 7 de febrero de 1993, fue editado el 4 de mayo del mismo año. Y, en la trigésimosexta (36) gala de entrega de premios Grammy, celebrada en el Radio City Music Hall, de Nueva York, el 1 de marzo de 1994, resultó merecedor del galardón correspondiente a Mejor Interpretación Méxicano-estadounidense (o Música Regional Mexicana).

El viernes 4 de noviembre de 2017 – 22 años después de su prematura y trágica desaparición física –, Selena fue honrada póstumamente con la develación de la Estrella Núm. 2622, que perpetúa su recuerdo en el Paseo de la Fama de Hollywood, exactamente en Vine Street.